*El lugar solía ser llamado por la comunidad indígena como Huitzalapan, que significa “aves sobre agua; hoy nos remite a la llegada de los españoles y la fundación de la Ciudad de Puebla
Guadalupe Juárez
Puebla, Pue.- El viento sopla quedito y mueve las ramas de los árboles, cuya sombra suele proteger del sol mientras se recorre el lugar en caminos empedrados y cerca de una plaza comercial donde se escuchan los murmullos de la gente recorriendo pasillos de las tiendas.
Se percibe el sonido del aleteo de las aves que pasan de una copa a otra y los pasos de las personas que se internan a la zona verde, a lo que muchos dicen, fue el corazón fundacional de la ciudad de Puebla: el paseo de San Francisco.
El lugar se llena de turistas curiosos en verano y por las tardes de parejas que salen del cine o amigos que conversan en las bancas, trabajadores que pasan su hora de comida resguardados bajo la sombra de un árbol y personas hastiadas por los trámites hechos en las oficinas gubernamentales de la zona.
Los fines de semana está lleno de personas que degustan una cerveza en los bares ubicados en los alrededores o de las personas que acuden a congresos o eventos en el centro de convenciones William O´ Jenkins, un lugar aledaño al Paseo.
Pocos son los que admiran entre los árboles cuando el cielo azul está despejado y sólo es posible unas nubes desdibujadas.
Se dice que cuando los religiosos españoles que llegaron a Puebla se encontraron con un paraje boscoso, enmarcado por un río y un arroyo, era el que hoy se conoce como el Paseo de San Francisco, fundado en 1531.
Las versiones de historiadores se vierten en que desde este paraje verde, era posible observar los volcanes Popocatépetl e Iztaccihuatl, pero no había rastro de ninguna sociedad que habitara la zona antes de su llegada, como sí sucedía en otras regiones, entre ellas Cholula.
Pero hay rastros de evidencia humana antes de la fundación de la ciudad, las cuales hablan del paso de algunas civilizaciones, pues han sido localizadas vasijas de cerámica, en el lugar.
El paseo de San Francisco solía ser llamado por la comunidad indígena como Huitzalapan, que significa “aves sobre agua”.
En la zona es posible encontrar los restos de la casa de Hernando García Aguilar, uno de los fundadores de Puebla, a quien Hernán Cortés le dio una parte del predio para la construcción de su casa, misma en donde además de su hogar tuvo una huerta y un molino.
El Paseo de San Francisco está rodeado del convento de San Francisco, La Oriental, uno de los terrenos que formaba parte de las huertas del ex convento, así como fábricas y el famoso estanque de los pescaditos, un pequeño lago formado por el agua del arroyo Xonaca y el Río Almoloyan, el cual se secó y se transformó en jardín.